Gracias a la Fundación ONCE CERAC lleva a cabo un programa de Habilidades Sociales para personas con trastorno del espectro autista (TEA), con el objetivo de favorecer su inserción laboral.

Es sabido que el déficit nuclear de las personas afectadas de autismo lo constituye su dificultad de interacción y de comunicación social. Sus déficits de empatía emocional, de pragmática comunicativa, de lenguaje no verbal, así como su rigidez conductual y cognitiva dificultan enormemente su adaptación a los entornos sociales, lo que constituye un hándicap muy importante para su desarrollo personal, que incluye la inserción laboral.

Este proyecto aplica un programa psicoeducativo para mejorar la comprensión y expresión de emociones y distintas habilidades sociales, con el objetivo de favorecer su integración social y, más concretamente, su inserción laboral.

Las actividades en las que se integran los participantes son muy diversas: dinámica de grupos, role-playing, juegos, situaciones reales de interacción social en la comunidad. Mediante estas actividades se trabaja la comprensión y expresión de emociones, la gestión emocional y las habilidades de interacción social (conversaciones recíprocas, toma de turnos, lenguaje no verbal…).