Gracias a la Fundación ONCE se ha llevado a cabo un proyecto que ha consistido en un taller de papel hecho a mano, en el que personas con TEA, discapacidad intelectual asociada y problemas de conducta añadidos se han desplazado de forma regular a desarrollar una actividad laboral.
Enmarcado en el plan estratégico de la asistencia a personas con autismo, ASEPAC ha establecido varias líneas encaminadas a que las personas con TEA y discapacidad intelectual asociada, que no pueden trabajar empresas ordinarias ni en centros especiales de trabajo, realicen tascas laborales a través la terapia ocupacional.
Las actividades laborales, además de propiciar el ejercicio físico e intelectual, las relaciones sociales y los cambios regulares de entorno, son un factor esencial para la valoración social. Y en este sentido, el colectivo de referencia no tiene habitualmente la oportunidad de desarrollar tareas laborales adaptadas a sus características individuales y a sus capacidades. Esto se debe a la dificultad de elaborar y poner en práctica programas laborales que incluyan tareas significativas para ellos, eso es, motivadoras y al alcance de sus destrezas, tanto cognitivas como manuales